jueves, 18 de febrero de 2010

Boyd por triplicado (y III)

Restless es una novela, premiada (cómo no), de 2006; pero no la más reciente de William Boyd (la última es Ordinary Thunderstorms, de 2009). A pesar de ser una obra de ficción, contiene mucho material histórico poco difundido, lo que le confiere un interés especial. De hecho, fue al informarse sobre la segunda guerra mundial para la trama de espionaje de Any Human Heart cuando le interesó tanto el tema que de ahí surgió esta novela. Restless combina dos tramas (un misterioso pasado y el presente de un progenitor y su hija) tal y como hacía The Blue Afternoon. Y como en esa novela, la parte más interesante es la reminiscente. Estando en Hiroshima estas navidades recordaba cómo el gobierno de EE.UU. quería entrar en la guerra y las estratagemas que emplearon para convencer a sus ciudadanos, que no lo veían nada claro.
Cuando Winston Churchill se convierte en Primer Ministro de Gran Bretaña en mayo de 1940, no tarda en encontrarse más solo que la una ante el poder nazi. Para poder salir del embrollo, decide que los EE.UU. tienen que echarle un cable y convertirse en sus aliados. Pero un 80% de los estadounidenses se declaran contrarios a entrar en la guerra. Para hacerles cambiar de opinión, comienza una campaña de propaganda pro-británica y anti-germana en la prensa de los EE.UU. De ello se encargan los servicios secretos británicos y en todo ello participa Eva, protagonista de Restless. Recientemente, The Washington Post describía esta operación como "magistral" y "con toda seguridad la más eficaz de la historia".
Para mí, el punto débil de esta novela, entretenida, interesante y bien escrita, es justamente el haber combinado toda esa parte histórica con la vida de la hija de Eva y de la propia Eva en Oxford. Debería haberse limitado a que la hija descubriera el pasado de su madre por un método a elegir; porque las andanzas de la hija (y las actuales de la madre) no están nada logradas y no proceden. Es sorprendente la soltura con la que la hija acepta el pasado de espía de su madre (hasta se lo cuenta a una amiga), por cierto. Y el final, absurdo y sin sentido. Una vez más, Boyd debería habernos ofrecido menos para darnos más.


Principio de Restless (en inglés) aquí.
Sin respiro está publicada en Alfaguara.

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