miércoles, 17 de junio de 2009

No valía la pena buscar el dichoso perro

Se pierde un perro; pero la historia va de intelectuales con poco que hacer, maridos que no se sabe dónde han ido a parar, recuerdos del país de origen (India) y señoras mayores con incontinencia; todo mezclado y contado de una forma tan enrevesada que se acaba el libro sin que tengamos ni una sola respuesta. Y francamente, sin que nos importe.
La escritura de Michelle de Kretser en The Lost Dog (2007) es excesiva; parece buscar aforismos cada dos líneas y se recrea en cada frase como si la idea fuera presentar el libro a un premio literario. Si esa era la intención, no le salió del todo mal; ya que pasó el primer filtro de los libros candidatos al Booker, aunque ahí se quedó. No sé si se supone que es una sátira sobre el arte moderno. Yo, la verdad, no lo acabo de pillar. Y, para que conste en acta, el cielo convirtiéndose en un salvapantallas no es una metáfora que pueda aplaudir.
Curiosamente, hubiera dicho que se trataba de una primera novela; pero es la tercera (las tres con bastante éxito de crítica). Va a ser que el problema lo tengo yo. A ver qué tal me salen los otros dos libros que traje de Londres.

Plaza & Janés publicó en español la primera novela de Michelle de Kretser, La Joven de las Rosas (The Rose Grower, 1999).

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