lunes, 2 de junio de 2008

Souvenirs: 10 recuerdos de Tokio

Entre otros, y no necesariamente por este orden:
1. Joya-no- Kane, las campanadas de Año Nuevo, en el templo de Tenryu-ji (Shinjuku). Son 108 y dimos una cada uno.
2. La gente cruzando los pasos de cebra en forma de aspa, mientras veíamos la calle desde un bar tipo Lost in Translation en el piso 40 del Hotel Cerulean (Shibuya).
3. Caminar por calles abarrotadas de Ginza e ir tropezando con la gente porque estábamos absortos contemplando las pantallas de vídeo de varios pisos de altura que hay en muchos edificios (en lugar de mirar por dónde íbamos), casi esperando que apareciera una nave voladora de esas de Blade Runner.
4. El sonido cantarín de los saludos y despedidas de los dependientes / camareros en las tiendas y restaurantes.
5. Las "Yamanote bells", esas "campanillas" que evocan las más diversas melodías en los andenes del metro (se consulta a los viajeros cuáles son sus preferidas, hay votaciones, son un fenómeno social).
6. La decoración de los aparadores y escaparates de los "depachika" (secciones de alimentación) de los grandes almacenes (como los Takashimaya de Shinjuku).
7. El sabor del té bancha que sirven en las comidas (imposible acabárselo, porque cada vez que vacías el vaso, te lo vuelven a llenar).
8. La gente en el metro: leyendo cómics (parecían listines telefónicos, por el tipo de papel) y libros (en las librerías te ponen un forro de papel para que nadie sepa lo que lees), durmiendo (muchos), maquillándose (muchas), viendo películas en el móvil o escuchando música, pero nunca hablando por el móvil (le quitan el sonido para no molestar a los demás viajeros), y bebiendo té verde frío de las omnipresentes máquinas de bebidas.
9. Los rituales de los templos; cómo "recogen" el humo del incienso para pasárselo por la cabeza y el cuerpo para tener buena salud, los cajoncitos con números que esconden tu futuro (o algo así, no es que entendiéramos ni una palabra, claro), los papeles anudados que contienen deseos...
10. La extrema amabilidad de la gente. Sin hablar nosotros japonés ni ellos inglés conseguíamos pedir comidas, comprar billetes de tren, llegar a los sitios; se deshacían en explicaciones hasta hacerlas comprensibles a pesar de la (sólida) barrera idiomática.

Más fotos de Tokio
aquí. La foto del interior del edificio Marunouchi (y la del metro de Tokio de la cabecera) es de Jaime Seuma.

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