La irreverencia de Eduardo Mendoza está siempre presente en todo lo que escribe (e incluso en mucho de lo que dice). En algunos casos (Una comedia ligera), ese "gamberrismo" (por así decirlo) es aderezo y a veces casi estructura. En otros (el ejemplo más conocido sería Sin noticias de Gurb), se erige en protagonista. Eso es lo que sucede en su última novela, El asombroso viaje de Pomponio Flato, parodia de la novela pseudo-histórica que tan bien se vende actualmente y un nuevo ejercicio de ingenio bien resuelto.
En El asombroso viaje... vuelve a despuntar el uso del lenguaje, rancio y rebuscado, con un resultado francamente hilarante. De Mendoza me lo he leído todo y nunca me ha decepcionado. Esté más o menos conseguido el libro, siempre está bien escrito y repleto de fina ironía, y sus dardos dan siempre en la diana. De las novelas más recientes me quedaría con La aventura del tocador de señoras y Una comedia ligera, que tienen (cómo no) sus dosis de gamberrismo, pero son "más novelas" que El asombroso viaje... Y de toda su obra, sin duda, con La ciudad de los prodigios.
Se pueden leer los dos primeros capítulos de El asombroso viaje de Pomponio Flato aquí .
En El asombroso viaje... vuelve a despuntar el uso del lenguaje, rancio y rebuscado, con un resultado francamente hilarante. De Mendoza me lo he leído todo y nunca me ha decepcionado. Esté más o menos conseguido el libro, siempre está bien escrito y repleto de fina ironía, y sus dardos dan siempre en la diana. De las novelas más recientes me quedaría con La aventura del tocador de señoras y Una comedia ligera, que tienen (cómo no) sus dosis de gamberrismo, pero son "más novelas" que El asombroso viaje... Y de toda su obra, sin duda, con La ciudad de los prodigios.
1 comentario:
En general, estoy de acuerdo contigo, me gusta como escoje las palabras este hombre, sobre todo cuando trata de dar un matiz pomposo a las conversaciones.
Pienso que el libro va de menos a más, al principio no le encontraba sustancia pero el final es solventado con bastante oficio; pero una vez terminado deja un regusto como a 'me esperaba un poco más'.
Quizá nos tiene mal acostumbrados, pero creo que no llega al nivel de libros como 'El misterio de la cripta embrujada' por ejemplo, ni siquiera a 'Sin noticias de Gurb'.
De cualquier modo, Mendoza es Mendoza, un gran escritor.
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