El concierto de Seu Jorge en el Palau de la Música de Barcelona, dentro del Festival de Guitarra, fue de menos a más (lo cual es bastante mejor que lo contrario, evidentemente). Muy conocido como músico y actor en su país (debutó en Cidade de Deus), el hombre tenía al público (buena parte era compatriota) ganado desde antes de abrir la boca. Empezó tocando un par de sus famosas versiones de canciones de David Bowie, que tienen su gracia. Pero lo mejor de Seu Jorge no es su forma de cantar (a pesar de que tiene una voz muy potente, no destaca como cantante) ni de tocar la guitarra (con fuerza, pero poca técnica), ni siquiera sus canciones (a pesar de que alguna está francamente bien). Lo mejor es su autenticidad, su recordatorio constante de dónde viene (de una favela de Río de Janeiro, de vivir durante años en la calle, de ver morir a sus amigos e incluso a su hermano, muy al estilo de la película de Fernando Meirelles) y sus ganas de hacer música. Magníficamente acompañado por más de media docena de músicos de calidad tocando los instrumentos más diversos (y de las formas más increíbles, a uno de ellos lo presentaban como el tipo más rápido del mundo tocando la "pandereta" y puede que fuera verdad), el espectáculo de Seu Jorge fue cogiendo carrerilla hasta acabar en una auténtica fiesta con canciones como "Tive razao" (ver el vídeo), que está bien en el disco (Cru), pero mucho mejor en directo y con los "compinches".
jueves, 15 de mayo de 2008
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