
Dentro de la programación del Festival In-Edit (Festival Internacional de Cine Documental Musical de Barcelona), fuimos a ver primero el documental ficticio Spinal Tap, de Rob Reiner, que cumple este año su veinticinco aniversario. La historia de este documental tiene tela; porque se inventaron una banda "heavy" inglesa y se eligieron a unos actores que fueran músicos además. Tal fue el éxito del documental (se ha convertido en toda una peli de culto) que Spinal Tap llegó a grabar discos y actuar para sus fans. Las imágenes "retrospectivas" de los inicios del grupo en los años cincuenta cantando "Listen to the flower people" son para troncharse; así como las referencias a los baterías muertos... En fin, una parodia que no ha envejecido mal del mundo de las bandas "heavy" en la que al final queda peor parada la industria discográfica que los ingenuos músicos y sus clichés (yo solo pillé algunos, claro), como dios manda.
El segundo documental, sobre la historia de la cultura pop oscense, "Los chicos de provincias somos así" (título de un tema mítico de Los Mestizos), y dirigido por Orencio Boix, no tiene desperdicio ni siquiera para los que no hemos vivido ese ambiente. Está magníficamente estructurado y no se limita a los gloriosos años 80 y a gente como Escoria Oriental (los más conocidos aunque fuera de nombre, al menos por mí). Empieza con el nacimiento del pop, a finales de los 50, que significó toda una revolución en un lugar extremadamente pequeño, rural y clasista. Sale el primer grupo que grabó un disco "ye-yé" en España (y que actuaron en Irán, nada menos) y, de repente, se muere Franco y se arma una que no veas; con cada cual cantando lo que dios le da entender y el surgimiento de las tribus urbanas ("¡había tres punks!" dice uno de los entrevistados). El desparpajo del personal es lo mejor; nadie se da importancia ni se amarga por no haber tenido más éxito en su carrera musical. Lo de Willy Giménez diciendo que en Huesca Camarón estaría vivo, o la respuesta de un componente de la Escoria Oriental a la pregunta de cómo ven el auge musical de Huesca ("pues, doble, lo vemos doble, como todo") es desternillante y conmovedor por su frescura a la vez. Total, que Orencio Boix no se limita a mostrarnos lo esperable; sino que va más allá, hacia atrás y hacia adelante (porque nos muestra también lo último de la música oscense, tanto en Huesca como fuera); dando voz a las bandas, a los periodistas que las apoyaron... Una maravilla.
De visionado imprescindible: vídeo de una actuación de Escoria Oriental, cantando "Reggae de los Monegros". La calidad de la imagen no es muy allá; pero vale la pena.