miércoles, 20 de enero de 2010

La cara oscura de Tokio

Por más que le guste esa ciudad a mi compañero de viajes, está claro que en todas partes cuecen habas, y tras descubrir el año pasado que hasta en Suecia había injusticias, corrupciones y demás, pues tampoco vamos a mitificar a los japoneses. De hecho, aparte de mi fotógrafo particular, seguramente nadie idealiza a un país obsesionado con la soledad y la muerte, que ha dado un vuelco tan grande desde la destrucción total causada por la segunda guerra mundial hasta la sociedad de consumo feroz y la bonanza económica (todo ello en menos de medio siglo), que claro, se han quedado un poco descolocados.
Para mí, uno de los grandes defectos de los japoneses (generalizando que es gerundio) es su consumismo, algo que me ha dejado patidifusa en las dos ocasiones que he estado en Tokio; sobre todo en el elegante y comercial barrio de Ginza, donde la gente hace cola para entrar a la tienda de ropa de moda como otros la hacen para ir a la discoteca. No deja de sorprenderme ver aglomeraciones en joyerías tipo Tiffany's o tiendas como Louis Vuitton, sobre todo porque en Barcelona parece que nunca haya más de un cliente dentro y a mí no se me ocurriría entrar en la vida. Pero no es que los japoneses entren a curiosear, ¡es que salen con bolsas! Me maravilla, vamos.

Y de ese consumismo y sus consecuencias personales y sociales es de lo que trata una estupenda novela de Miyuki Miyabe,
All She Was Worth (Kasha, 1992), premio Yamamoto Shugoro. Miyabe es una escritora tremendamente popular (y con gran prestigio crítico) en Japón y en otros países asiáticos que ha publicado novelas fantásticas, de terror, policíacas, de ficción histórica, de denuncia social, juveniles... Rara vez concede entrevistas, pero en una que he leído habla sobre las dos caras de Tokio: una reluciente y de poder económico (la que se conoce en el extranjero), y otra donde vive la gente normal y corriente, la que no tiene acceso al Tokio hermoso, que casi les asusta. Y ella ha elegido escribir sobre la cara que no reluce.
En el caso de
Kasha (el título en japonés hace referencia a una criatura mítica sintoísta que devoraba los cadáveres), Miyabe denuncia, desde una interesante perspectiva femenina, el consumismo de los japoneses y sus nefastas consecuencias. Lo curioso es que a pesar de que el contenido es casi de ensayo sociológico, se ha elegido como vehículo una novela policíaca, con el típico inspector de policía japonés que no es un genio, pero que resuelve los casos a base de tenacidad cuando no está comiendo (como un detective que yo me sé, pero sin los revolcones, que los nipones son muy púdicos), bebiendo sake o leyendo el periódico (o viajando el tren, que también tienen mucha afición).
Y el género no es excusa, estamos ante una auténtica novela policíaca, por más que atípica, que engancha y mantiene el interés hasta el mísmisimo final, inesperado por abrupto y muy original; aunque no resuelve algunas dudas (ni falta que hace, seguramente). Lo que empieza con la desaparición de una mujer tras lo que podría ser una riña de enamorados (por simplificar) acaba resultando una disección de la sociedad japonesa y sus encorsetamientos, vías de escape, trampas... La desesperación de una mujer es el hilo que mantiene firmamente hilvanada una trama rica y sofisticada, escrita con eficacia y (seguramente, por la impresión que me da) bien traducida. Un libro de los que no se leen todos los días. Absolutamente recomendable a pesar de la tendencia a las peroratas de algunos personajes (que según a quien pueden no resultar del todo creíbles).

Pero, claro, una escritora que lleva la friolera de 46 novelas publicadas (traducidas a 11 idiomas, son especialmente populares en China y en Corea), no puede mantener siempre el listón así de alto. Llevados por el entusiasmo tras leer All She Was Worth, nos propulsamos a comprar otro de sus libros en Kokuniya (creo que la estupenda librería de Times Square, en Shinjuku, se llama así) durante nuestra estancia en Tokio y dimos con The Devil's Whisper (1989, Majutsu wa sasayaku) que parece talmente que lo haya escrito otro autor. De entrada, la prosa no tiene nada que ver; resulta de lo más plana, algo que puede achacarse en parte a la autora, pero como se publicó tan solo tres años antes que Kasha, pues no lo acabo de ver muy claro. Yo diría que el traductor al inglés tiene mucha culpa; aunque, evidentemente, es solo una suposición. Otra teoría mía sería que esta novela esté destinada a un público juvenil (o al menos más joven que yo); algo que se vería refrendado por el hecho de que el protagonista sea un adolescente y se expliquen conceptos como el de "publicidad subliminal" que todos los adultos conocemos.
Lo que está claro es que se trata de una obra ambiciosa que no ha conseguido ser redonda. Será por tramas y subtramas: el negocio de utilizar a jóvenes que exprimen a hombres solitarios con medios (de lo más cruel), los daños que puede ocasionar la publicidad subliminal, el poder de la hipnosis, los "matones" del instituto, el rechazo social a los familiares de un ladrón de guante blanco o, de hecho, de cualquier persona a la que detenga la policía, la afición a robar en las tiendas... Vamos, que hay de todo, por no hablar de las cuitas de la adolescencia. Y lo curioso es que todo tiene un cierto sentido y la trama principal no se desmadra en exceso. Al final estamos hablando de cómo se puede manipular a las personas (da pavor lo fácil que parece). Y algo tiene la novela, claro, porque si no la hubiera dejado en la página 80 que para eso la ponen en las novelas. De hecho, resulta bastante llamativo que yo me haya leído semejante libro; hay que reconocerle ese mérito. Aunque en parte era por la magnífica impresión que me había causado
Kasha.

En inglés hay traducidos cinco libros de Miyuki Miyabe. En español no hay ninguno de momento.

7 comentarios:

caro dijo...

Me lo apunto, voy a dejar impresionados a mis compañeros de trabajo (los que me recomendaron a Mankell)

MidnightAllDay dijo...

Si te apetece leerlo, te lo pasamos.

Jaims dijo...

Wow!, pedazo de disección y análisis del libro.
Y wow!, pedazo de libro.
Sin duda alguna, uno de los mejores libros que he leído en los últimos x años. Se trata efectivamente de una gran novela policíaca (y a mi me gusta el género), al mismo tiempo que de un análisis social de Japón, más que de Japón de Tokyo (microcosmos tan hiperbólico para todo). Mientras que para mi el increíble grado de consumismo de los japoneses solía ser más una característica que un defecto, este libro le abre a uno los ojos al respecto, mostrando en todo su esplendor los peligros de empeñarse en vivir de los créditos bancarios (y no bancarios, por lo visto). Precisamente de esto se vale la autora para dibujar un escenario inesperado que puede obligar a los personajes a las más increíbles maniobras solo por afán de supervivencia. La mano de la autora al dibujar a los personajes es increíble. Los grandes escritores manipulan nuestras emociones a su antojo al recrear sus personajes y hacerles evolucionar por su novela. En 'All she was worth', Miyuke llega aún más lejos, y consigue que amemos u odiemos -o ambas emociones al mismo tiempo- a personajes que ni siquiera llegan a estar presentes en el escenario. No es algo que yo haya visto muy a menudo.
Con todo, uno de mis grandes libros de los últimos años, muy recomendable.

MidnightAllDay dijo...

La señora autora se llama Miyuki (vaya confianzas, por cierto, nada japonesas).
Pedazo de comentario, Jaims. ;)

Jaims dijo...

No, si es que cuando uno se pone, se pone.
De nuevo, pedazo de libro.
(Y perdón por el misspelling, miss Miyuki).

Anónimo dijo...

Hola, muy interesante la entrada y comentarios del blog, os escribo desde editorial Quaterni, que se ha hecho con los derechos de traducción al español de Miyuki Miyabe. "All she was worth" sale a la venta a finales de septiembre, después vendrán "Crossfire" (su mejor novela), "The Devil´s Whisper" y "Shadow Family".

Más info en quaterni.es.

Por cierto, ¿sugerencias para el título? Estábamos barajando "La sombra del Kasha" o "El Secreto de Shoko"

MidnightAllDay dijo...

¿Y por qué no simplemente "Kasha" como en el original, explicando en la contraportada, o donde corresponda, el significado? Personalmente, es como más me gustaría a mí.
Os alabo el gusto y os felicito porque gracias a vuestra labor editorial los lectores españoles van a poder disfrutar de una escritora (y una literatura) tan interesante. Tomo nota de "Crossfire", a ver si lo consigo.
Muchísimas gracias por vuestro comentario en mi blog.