
Este hombre está claramente obsesionado con Rusia. Apenas cuatro años después de publicar Koba the Dread (tanto lo temí que ni lo leí), vuelve por sus fueros con más furia anti-soviética. También carga, de nuevo, contra los clichés que tanto odia, aunque en esta ocasión se los enjareta en exclusiva a la pobre hijastra (como si no tuviera bastante con todo lo que tiene que leer sobre la vida de su padrastro). Personalmente, me gustan bastante más sus libros más "británicos". Aunque he de reconocer que Amis siempre escribe bien, no sé si en esta ocasión satura al lector con tanto horror que no consigue conmoverlo. O quizá falla a la hora de hacer del protagonista un hombre más "humano"; aunque el hermano no salga tampoco muy bien parado. Amis ha hecho los deberes y sabe describir fantásticamente cómo era el gulag. Aunque con más brillantez que sentimiento, en mi opinión.
La casa de los encuentros está publicada en Anagrama.
Otras entradas sobre Martin Amis aquí y aquí.
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