Se suele comparar la obra de Haruki Murakami con la de Paul Auster. Yo nunca he visto un parecido tan claro (la metaficción y la metafísica y cualquier otra "meta" no son exclusiva de Auster); pero las etiquetas son muy útiles en el mundo editorial y en los lejanos tiempos en los que Murakami era un desconocido en Europa, llamarle "el Paul Auster japonés" resultaba muy práctico para vender sus libros. Curiosamente, la última novela de Auster, Man in the Dark (2008) me ha recordado enormemente a The Wind-up Bird Chronicle de Murakami; aunque a años luz, porque una representa una fase de declive del escritor americano y la otra, la obra cumbre del japonés. Pero el hombre en el pozo, la guerra, las historias entrelazadas, el narrador que todo nos lo explica... Me ha dado la sensación de estar ante un ejercicio de estilo realizado por Auster como un juego, como una broma literaria.
Las dos historias que forman esta novela (protagonizada, de nuevo, por alguien que escribe, aunque esta vez sea un crítico literario), tienen varios puntos en común que solo apreciamos al avanzar en la lectura (al conocer mejor al protagonista, podemos ver cómo refleja sus obsesiones en la historia que se cuenta a sí mismo para luchar contra el insomnio). Sin embargo, la "ficticia" (la que inventa el protagonista) queda sin resolver (o se resolvió sin que yo me diera cuenta). La "auténtica" no es que tenga un final muy definitivo tampoco. Porque no son lo importante. De lo que se trata aquí, y nos lo dice desde la primera frase, es de la "gran desolación americana", el estado de ánimo de un país entero pre-Obama. En esta noche oscura del alma austeriana, el gran fallo es que se ven todos los hilos de las marionetas desde la cuarta o la quinta frase. Y eso sería un fracaso para un escritor de menor renombre. Siendo Auster, es poco menos que imperdonable.
No sé si escribe más rápido (él mismo ha comentado que escribió la novela en unos cuatro meses y que nunca había escrito a tal velocidad) o con menos ganas, pero Auster no logra alcanzar el nivel de sus novelas más famosas. Leí en una entrevista que le parecía imposible volver a escribir igual después del 11-S. Claramente, este es el resultado (otras novelas anteriores no se vieron tan afectadas), y es una auténtica lástima. Desde luego, la desolación que el escritor pretende transmitir con personajes que mueren en guerras reales o inventadas está ahí, y Auster no sabe escribir mal. Pero está muy lejos de la sofisticación y fuerza de antaño, de la magia que impregnaba sus narraciones. Le ha faltado construir una ficción que estuviera a la altura de sí mismo.
No sé si escribe más rápido (él mismo ha comentado que escribió la novela en unos cuatro meses y que nunca había escrito a tal velocidad) o con menos ganas, pero Auster no logra alcanzar el nivel de sus novelas más famosas. Leí en una entrevista que le parecía imposible volver a escribir igual después del 11-S. Claramente, este es el resultado (otras novelas anteriores no se vieron tan afectadas), y es una auténtica lástima. Desde luego, la desolación que el escritor pretende transmitir con personajes que mueren en guerras reales o inventadas está ahí, y Auster no sabe escribir mal. Pero está muy lejos de la sofisticación y fuerza de antaño, de la magia que impregnaba sus narraciones. Le ha faltado construir una ficción que estuviera a la altura de sí mismo.
Un hombre en la oscuridad está publicada en Anagrama.
Puede leerse el comienzo de la novela (en castellano) aquí.
1 comentario:
Si le da a uno la impresión de que se trata de una novela que el autor ha escrito con desgana, o bien sin tener nada que contar.
Paul Auster escribe bien, eso es evidente; pero este libro es menos libro que tantos otros del mismo autor...
A mi me dió desde el principio la impresión de que este hombre se nos hace mayor, de que 'abuelea' en algunos puntos.
De cualquier modo, lo que si es cierto que uno se lee este libro y sale igual que ha entrado. No tiene contenido. Quizá podamos esforzarnos en ver el retrato de la desengañada sociedad norteamericana. No sé, yo no lo veo.
Murakami? :-)
Murakami es mucho Murakami. Y este Paul Auster está venido a menos...
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