Por más que me disgusten las navidades (sí, soy una de esas personas gruñonas que no disfrutan atiborrándose y gastando más de lo que pueden permitirse, por no hablar de las dichosas luces y lo que consumen y contaminan, y hasta aquí puedo leer), no deja de ser un momento estupendo para irse de vacaciones (algunos de mis clientes cierran bastantes días, así que no me echan de menos, y, después de todo, cualquier momento es bueno). Y en eso estaba, paseando por el centro de Hong Kong (fiel una vez más a mi lema de cuánto más lejos, más se te olvida todo lo que tengas que olvidar) cuando vi una enorme "menorah" (el candelabro judío de siete brazos) que una asociación judía había colocado muy cerquita de la torre del Banco de China (imponente rascacielos obra de Pei) para celebrar la fiesta de Hannukah (no estoy segura de que sea mejor escribir Jánuca en español), la celebración judía que coincide con las navidades.
Nada que objetar, en principio, pero es que esa mañana nos habíamos desayunado con la noticia de la nueva oleada de ataques israelíes a Gaza, con lo cual ese candelabro me pareció de repente una muestra más de la hipocresía del mundo todos los días del año en general y en estas fechas en particular. Ya se sabe; unos celebran, otros mueren. Todo es cuestión de suerte, de donde te haya tocado nacer. Como no llevábamos cadenas, no nos pudimos atar al candelabro y seguimos nuestro camino hacia "The Peak", el punto más alto de la isla, para ver las vistas de la ciudad, aunque estaba medio nublado; pero la previsión meteorológica hacía temer que ese fuese el mejor día de todos los que nos quedaban para subir en tranvía a echar un vistazo. Cuando volvimos a pasar por la plaza en cuestión, unas cuantas horas después (estuvimos "pajareando", es decir, buscando pajarillos y fotografiándolos), nos quedamos de piedra: la "menorah" había desaparecido.
Una persona con espíritu navideño pensaría que los de la asociación la habían quitado como muestra de respeto, por los muertos palestinos que tan pocas ocasiones habrían tenido en vida de celebrar nada. Quiero pensar que sintieron vergüenza del giro que estaban tomando las cosas. Cuando todos habíamos perdido la fe en soluciones para el conflicto de Palestina, resultó que la cosa no solo no podía mejorar, sino que empeoraba. Aunque quizá solo la quitaron para evitar que algún grupo de extranjeros escogiera ese punto para manifestarse contra los ataques israelíes. Cómo me gustaría tener un poco de espíritu navideño, aunque solo fuera por las fechas.
En fin. Ya hemos regresado y parece que, una vez más, nadie se ha ocupado de arreglar el mundo mientras no estábamos.
La foto es de Jaime Seuma. Es el ifc, desde donde salta Batman en The Dark Knight.
Nada que objetar, en principio, pero es que esa mañana nos habíamos desayunado con la noticia de la nueva oleada de ataques israelíes a Gaza, con lo cual ese candelabro me pareció de repente una muestra más de la hipocresía del mundo todos los días del año en general y en estas fechas en particular. Ya se sabe; unos celebran, otros mueren. Todo es cuestión de suerte, de donde te haya tocado nacer. Como no llevábamos cadenas, no nos pudimos atar al candelabro y seguimos nuestro camino hacia "The Peak", el punto más alto de la isla, para ver las vistas de la ciudad, aunque estaba medio nublado; pero la previsión meteorológica hacía temer que ese fuese el mejor día de todos los que nos quedaban para subir en tranvía a echar un vistazo. Cuando volvimos a pasar por la plaza en cuestión, unas cuantas horas después (estuvimos "pajareando", es decir, buscando pajarillos y fotografiándolos), nos quedamos de piedra: la "menorah" había desaparecido.
Una persona con espíritu navideño pensaría que los de la asociación la habían quitado como muestra de respeto, por los muertos palestinos que tan pocas ocasiones habrían tenido en vida de celebrar nada. Quiero pensar que sintieron vergüenza del giro que estaban tomando las cosas. Cuando todos habíamos perdido la fe en soluciones para el conflicto de Palestina, resultó que la cosa no solo no podía mejorar, sino que empeoraba. Aunque quizá solo la quitaron para evitar que algún grupo de extranjeros escogiera ese punto para manifestarse contra los ataques israelíes. Cómo me gustaría tener un poco de espíritu navideño, aunque solo fuera por las fechas.
En fin. Ya hemos regresado y parece que, una vez más, nadie se ha ocupado de arreglar el mundo mientras no estábamos.
La foto es de Jaime Seuma. Es el ifc, desde donde salta Batman en The Dark Knight.
1 comentario:
Vergüenza es la palabra, y vergüenza me daría ser judío, por lo que están haciendo los judíos de Israel.
Y si fuera judío, y avergonzado estuviera de mi religión, lo último que se me ocurriría sería exhibir una menorah como si nada ocurriera. Hay que ser hipócrita.
Si yo fuera judío invertiría mi tiempo en organizar a otros judíos como yo para mostrar mi repulsa al genocidio de Israel; junto a la menorah pondría pancartas denunciando la barbarie y desvinculándome de ella. Que lo viera todo Hong Kong, que lo viera el mundo entero.
Porque una cosa es la religión y otra cosa es la política, pero en el caso de los judíos e Israel, ambas están vinculadas; y vergüenza me dan los judíos porque no están haciendo oir sus voces en contra del genocidio, porque sus voces tendrían más peso que las nuestras, porque están permitiendo que las acciones del ejercito israelí las asociemos a sea lo que sea que signifique 'ser judío'.
Shame on you, Israel. And shame on you, United States of America, because all of this wouldn't be happening without your support.
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