sábado, 8 de noviembre de 2008

El presidente de las palabras

Pues sí, al final ganó Obama. Un candidato presidencial que gozaba del favor de muchos literatos de su país. Por ejemplo, de la Premio Nobel de Literatura Toni Morrisson, que al hacer público su apoyo especificó que su elección no estaba basada en temas raciales (Morrisson es afroamericana), sino que le parecía que Obama era el hombre adecuado para el momento histórico que vivía su país. Y, además, elogió la capacidad de Obama para expresarse y lo bien escrito que estaba su libro (se refería a Dreams from my Father). Quien sepa el inglés suficiente y haya oído hablar al presidente electo de Estados Unidos se habrá dado cuenta de que demuestra un dominio del idioma muy superior al de la media de la clase política estadounidense, y que está a años luz del burdo uso del inglés de su predecesor, George Bush.
Otro escritor de prestigio, Michael Chabon, se alió con diversas figuras del mundillo literario estadounidense para recaudar fondos para Obama durante la campaña. También participaron en actos de apoyo Tobias Wolff y los escritores del subcontinente indio que viven en Nueva York, en bloque: Salman Rushdie, Jhumpa Lahiri, Kiran Desai, Suketu Mehta y Manil Suri. Y los escritores de origen irlandés se unieron a músicos y cineastas para formar una asociación de apoyo y demostrar que Obama gozaba también del apoyo de los intelectuales blancos. Tras su elección, Jonathan Safran Foer se mostró satisfecho de tener como presidente a alguien que conoce el valor de las palabras y las escoge cuidadosamente. También se ha hablado de Obama como el "presidente poeta" y todo un Harold Bloom comparó la poesía que el nuevo presidente escribió en su época de estudiante con la de Langston Hughes, la figura del movimiento artístico conocido como "Harlem Rennaisance". Curiosamente, durante la campaña se publicó que la candidata republicana a la vicepresidencia, Sarah Pallin, había intentado retirar de la biblioteca municipal en sus años como alcaldesa libros que consideraba inmorales, como Hojas de hierba de Walt Whitman, quien fue una gran influencia para Hughes. Con esos antecedentes (aunque no estoy segura de que la "anécdota" sea cierta, "se non è vera, è ben trovata"), está claro que los premiados con el Pulitzer no iban a hacer cola para auparla al poder.
Se supone que McCain tendría algunos seguidores en el ramo de las letras; pero, por lo visto, no se manifestaron a su favor con el mismo entusiasmo (o no lo hicieron en absoluto, más bien). Tradicionalmente, son los actores estadounidenses quien se decantan por un candidato presidencial de forma pública; pero esta vez Obama consiguió numerosas adhesiones de un colectivo con menos tendencia a semejantes manifestaciones. Ser un hombre ducho en el lenguaje es una gran virtud poco habitual, curiosamente, entre los políticos. Veremos qué tal le va a este "presidente de las palabras".

1 comentario:

Unknown dijo...

¡Ben trobata esta perspectiva! He leído en un par de sitios que es el primer presidente aupado gracias a fondos recolectados mediante la Web 2.0 y que eso le deja mayor margen de maniobra frente a los grupos de presión (no sé yo), pero de esto no tenía ni i