jueves, 28 de mayo de 2009

Nunca terceras partes...

¿Puede un libro bien escrito resultar aburrido? Por supuesto que sí. Un gran ejemplo es el último de Richard Ford, The Lay of the Land (2006), que aburre a las ovejas; con un estilo impecable, eso sí. Supongo que Ford no ha tenido nunca mucho que contar; pero las "aventuras" de Frank Bascombe (una especie de alter ego de Ford) tenían un cierto interés hasta que llegados a este punto (su tercera aparición como protagonista tras El periodista deportivo (1986) y El día de la independencia (1995)), el personaje se vuelve tan tedioso que sientes ganas de que la enfermedad que le aqueja (al personaje, no a Ford ¿eh?) resulte mortal. Ahí es nada. Tuve muchas veces este libro entre las manos hasta que me decidí a comprarlo, simultaneé su lectura (algo que no suelo hacer) con libros que se sucedieron durante semanas y luego me ha costado otras cuantas semanas decidirme a escribir una entrada. Es que me aburre hasta pensar en él.
Ford es un escritor de prestigio con un Pulitzer en su haber (por
El día de la independencia) que se ha quedado un poco estancado. A pesar de ello, hay que reconocerle el mérito de un estilo depurado y una buena creación de ambientes (puedo recorrer mentalmente los lugares que describe en sus novelas, aunque a veces sus descripciones son tan detalladas que acaban por desesperarme). Eso no quita que los temas que le han dado la fama (las crisis vitales, las relaciones de pareja, con los hijos, los ritos sociales) estén un tanto agotados a estas alturas. Su forma de explorar la intimidad de las personas llega a la extenuación en esta tercera entrega. Como bien dice el escritor Edmundo Paz Soldán en su blog, "todos los acontecimientos se inflan, y Bascombe encuentra portentos no sólo en su enfermedad sino en sus visitas al baño o cualquier conversación con sus vecinos".
Toca explorar nuevos personajes, nuevos lugares... Y parece que el propio Ford es consciente de ello; ya que al presentar esta novela daba por concluida la trilogía "por cansancio". Pues eso, que no en vano han pasado veinte años entre la publicación de The Sportswriter y la de The Lay of the Land.

Anagrama ha publicado en español Acción de gracias.

4 comentarios:

Jaims dijo...

No sé si es como consecuencia de que pasan los años y uno se vuelve más suyo para las cosas... o que sencillamente se pierden las componentes arrebañantes/iconoclastas de la personalidad.
Da igual.
Lo que si es cierto es que me estoy encontrando con que el nombre no basta para garantizar el resultado.
Si de Harrison Ford me gustó el libro 'x', el a continuación publicado libro 'y' no tiene por que gustarme tambien.

Solo se puede asegurar que me gustó el libro 'x' :p

Tampoco digo que haya que llegar al otro extremo, que el buen escritor debe reafirmar su categoría en todos los libros.

No es eso. Pero, en cuanto a gustos personales se refiere, no hay nada garantizado.

Y, en cuanto a este libro en particular... pues como no lo he leído, no sabría qué decir.

MidnightAllDay dijo...

Pues para no saber qué decir, Jaims... ;)

Harrison Ford???

Jaims dijo...

Richard! Richard!

MidnightAllDay dijo...

A horse, a horse, my kingdom for a horse!