miércoles, 22 de octubre de 2008

Vaya por dios: Ani es feliz

Siempre pareció una chica que se lo pasaba estupendamente; pero ahora resulta que encima es feliz. Hay que fastidiarse. No es nada personal; pero es que a mí esta chica me gustaba más enfadada. Ella se defiende (digamos que no soy la única que se ha dado cuenta) diciendo que en su último disco critica la permanencia de las tropas estadounidenses en Irak, que sigue siendo feminista porque (según canta) no quiere rezarle a un dios masculino... Pero escuchando las letras de sus últimos discos, es inevitable pensar que ha perdido fuerza y acidez,por el camino. Y así se vive más tranquila, claro; pero la poesía se resiente.
Ani DiFranco presentaba su último disco, "Red Letter Year", en L'Auditori, tras siete años sin pisar Barcelona. Yo la había visto antes, en 1999 (creo), en un concierto muy diferente a este, en un entorno menos formal y con la gente bailando. Cuando vi este verano a Suzanne Vega pensé "ojalá viniera Ani también", y casi se cumplieron mis deseos. Casi, porque la que vino no era la de entonces (yo tampoco, evidentemente, pero yo no tengo seguidores a los que contentar, esa es la diferencia). Hubiera podido jurar antes de ir que no me iba a convencer. Y, a pesar de todo, fui, por los viejos tiempos. Me tocó "tragar" con dos teloneros de su propia discográfica. Una se podía tolerar, a pesar de que imitaba descaradamente a su "jefa". El otro se dedicó a centrifugar la guitarra y contar chistes malos. Y por fin llegó Ani, con nueva banda y un señor que tocaba el xilofón (vale, no era un xilofón, es una cosa que no sé cómo se llama que se utiliza en jazz, un vibráfono o qué sé yo, pero sonaba como una mezcla de xilofón y una especie de palangana que tocaba hace años un individuo por las calles de Gràcia). Entre ese bendito instrumento y la vulgaridad de las nuevas canciones, a ratos se me olvidaba que es una de mis cantantes favoritas. Suerte que, para recordármelo, cantó "Napoleon", "As is" (lástima de nuevos arreglos, es una estupenda canción de amor), "Shameless"... Con esas canciones sigue siendo la chica descarada de Buffalo con poco que perder que sabe cantar, toca bien la guitarra y tiene historias que contar. La mujer que acabó convertida (seguramente un tanto en su contra) en todo un símbolo de libertad sexual, de feminismo, pacifismo, lucha contra el racismo y la hipocresía... Mucha carga para alguien tan menudo, desde luego.
Ni siquiera sus comentarios en el escenario son lo que eran. De hecho, nunca volvieron a ser los mismos desde que Andy Stochansky dejó la banda; sus diálogos en el magnífico doble en directo "Living in Clip" (1997) eran de lo más delirante. Nos enteramos de que es mamá, pro-Obama (gran sorpresa) y también soltó algún taco. Y poco más. Cantó "Present/Infant", escrita para su hija, y nos demostró (para el que no lo supiera) que es muy difícil no ser cursi cuando se trata de bebés; porque lo de "Love is all over the place/there's nothing wrong with your face" tiene su delito. Nada que ver con letras como la de "To the teeth", contra las armas de fuego:

open fire on hollywood
open fire on MTV
open fire on NBC
and CBS and ABC
open fire on the NRA
and all the lies they told us
along the way
open fire on each weapons manufacturer
while he's giving head
to some republican senator

Tampoco el público de Barcelona estuvo a la altura. Le hicieron tantas fotos con los dichosos móviles y cámaras, que soltó un comentario sarcástico sobre los numerosos "fotógrafos", y un "y yo con estos pelos". Por lo visto, en L'Auditori han dado la batalla por perdida y ya ni avisan antes del concierto de que no se permiten hacer fotos. Por no hablar del contrasentido de gritarle "guapa" (o regalarle flores, que de todo hubo) a alguien con la ideología de Ani DiFranco.
En fin. Más allá de que la felicidad de Ani no sea buena para su público, lo que está claro es que es imposible sacar 19 discos fabulosos. Yo me quedé en el que hacía el número 13 ("Evolve", 2003), más o menos, y me parece que de ahí no me muevo. Al final, los seguidores somos mucho del rollo "a mí me gustaba más la de los primeros discos". Si a mí me quedó un cierto regusto a decepción tras el concierto del domingo, lo comparo al de un fan de Lou Reed tras el concierto de presentación de "The Raven". A mí me pareció sublime porque nunca le había visto en directo y no podía comparar su voz y su presencia con la de hace años. Pero, lamentablemente, hay pocas cosas que mejoren con el tiempo.

Más sobre Ani DiFranco y sus teloneros en la página web de su discográfica.

4 comentarios:

Jaims dijo...

Bueno, pues a mi, sin ser Ani di Franco 'my cup of tea', me gustan algunas de las canciones que conozco y esperaba un buen concierto.

Lo de los teloneros, tiene delito, si; lo mejor es que la primera actuación me trajo a la memoria (aún no sé por qué, ¡a qué profundidad se almacenan los recuerdos!) un magnífico disco de un magnífico artista (es de Jorma Kaukonen, a ver si lo puedo rescatar).

Y por fin, Ani. No es que no me gustara el concierto, aunque bien cierto es yo no tenía ninguna expectativa puesta en él.

Pero la banda me pareción un poco floja; el tío del vibráfono no pega ni con cola, el chelo, si. Pero... un monstruo al chelo puede ser una gozada, y este me pareció muy normalito. Probablemente Ani a estas alguras podría agenciarse un chelista con más personalidad, calidad, oficio o capacidad de convencer.
Igual que la batería, que cumplió su función sobriamente, aunque eso se puede entender más como una virtud que otra cosa.

Lo malo de que a uno le guste el jazz es que a menudo descubre discos que, sin que necesariamente contengan canciones maravillosas 'per se', los instrumentistas son verdaderos monstruos. Y uno se malacostumbra a ello.

En cuanto a Ani... A mi me da que ha perdido rabia, y hay canciones que sin rabia son menos canciones. Claro que la rabia es a menudo un atributo de la juventud, y en ese sentido todos (Ani incluida) vamos para abajo... Such a pity.

Y si, yo soy el fan de Lou Reed. Yo dije que 'The Raven' es menos disco que otros. Para mi Lou es menos Lou (excepto en salvedades como Berlin, New York, Transformer si uno quiere), y más una prolongación de los últimos ecos de The Velvet Underground.

Pero con 'The Raven' -un disco más que aceptable- y el concierto en Barcelona, el tío ha seguido siendo listo para:
- agenciarse muy buenos instrumentistas
- aprovechar uno de sus fuertes (la declamación) homenajeando a un grande, apoyándose en su compañera. Laurie Anderson, a la que se le da aún mejor la declamación
- incluir buenas versiones de antiguas canciones (The Bed, Perfect Day...)

Que no hay color, vaya.

Jaims dijo...

Nota: por la extraña razón 'x' que sea, me he emperrado en el comentario anterior en que había un chelo en la formación que acompañó a Ani en el pasado concierto...

Pues que no, leñe. Que era un contrabajo.
Así que donde dije chelo digo Diego, o mejor dicho, contrabajo. Que ya no sé donde tengo la cabeza...

Contrabajo, contrabajo, contrabajo :-(

MidnightAllDay dijo...

Lo que decía yo, la edad es muy mala... ;)

Unknown dijo...

Pues el otro día, cuando unas amigas me dijeron que iban al concierto: "Ah, sí, claro, Ani di Franco, claro, claro...", y pensando, "pero de qué me suena ésta, buf", vamos que ni idea.
¿Opinarán lo mismo que vosotros del concierto? Les pasaré tu comentario, creo que les va a molar.
¿Os venís mañana a castañada en casa?