Cuando las cosas se tuercen, se tuercen de verdad y todo lo que pueda salir mal, lo hará. Esa parece ser la moraleja de esta intrigante novela de la autora estadounidense Gillian Flynn, que ha salido airosa de la famosa "prueba del algodón": la segunda novela tras un debut exitoso. Dark Places (2009) es original y, por lo tanto, difícil de etiquetar. Por más que se intente clasificar como novela negra, nos recuerda más a la serie del detective Jackson Brodie de Kate Atkinson, que a las novelas nórdicas tan de moda. Hay algo un tanto "juguetón" y sarcástico que la hace muy diferente de esas novelas con viento y frío donde la ironía solo aparece tras previo aviso. Aunque algo tienen todas en común: una labor de documentación social e histórica que diferencia la novela negra actual de la clásica (de Raymond Chandler, para entendernos). En este sentido, sigue chirriándome un poquito ese afán (en general) por ofrecernos según qué información; porque el intento a veces resulta demasiado evidente.
La protagonista, Libby Day, es una "víctima profesional" (en palabras de la novelista Laura Wilson), una especie de buitre (muy dado a las metáforas, eso sí) que lleva casi un cuarto de siglo alimentándose de los cadáveres de sus hermanas y su madre. Y sin embargo se nos hace simpática, por su humanidad y por la soltura con la que admite lo que en otras personas se considerarían defectos. También Libby nos recuerda a los personajes un tanto confusos (interiormente, no literariamente, quiero decir) de Kate Atkinson. De hecho, no me extraña que esta autora le guste (llegué a Gillian Flynn por un elogio de Atkinson); podría ser perfectamente una de sus alumnas más aventajadas. Y Libby, con esa lengua tan afilada y sus sentencias y su falta de compasión (empezando por sí misma) parece un tanto "British".
Estamos ante un libro bastante realista (sin gente de esa tan inteligente que lo adivinan todo). Libby Day no busca la verdad, busca pasta. Michelle estará muerta, pero no por ello vamos a decir que fuera un encanto de niña. Patty Day no era una heroína y la paciencia de su hermana Diane tiene sus límites, como la de todo el mundo. Hay que destacar la estructura a dos tiempos; un recurso que a veces resulta pesado, porque uno se encuentra más cómodo en uno de ellos y lee rápido cuando llega el otro, pero aquí funciona sorprendentemente bien. Y es que Dark Places está bien escrito. De hecho, se trata de una prosa más rica de la que esperaríamos a priori de este género. Empieza con mucha fuerza, con esa frase tan contundente: "I have a meanness inside me, real as an organ" (en español pierde un poco, quizá por un exceso de "floritura", "Albergo la maldad en mi interior, tan real como un órgano más"). Luego, al final, decae un poquillo; pero es un libro interesante que vale la pena leer. Aunque se la ha comparado hasta la saciedad con la novela de Truman Capote sobre unos asesinatos reales en una granja, In Cold Blood, no sé yo si llegaría tan lejos; porque la de Capote me parece una gran novela más digna de llegar a ser un clásico. Pero Gillian Flynn apunta maneras (no era fácil de escribir esa escena tan violenta que, al estar protagonizada por niñas, la verdad es que impresiona bastante). Está por ver si se quedará aquí, con lo cómoda que está, o si será más ambiciosa.
Como anécdota, no entiendo el protagonismo que se le da en la edición española al club de marras (La llamada del Kill Club me parece un título nefasto), que no me parece tan macabro como lo venden. En realidad, en la novela empieza siendo algo clandestino y quizás más oscuro, pero acaba como una reunión de venta de "tupperware".
La protagonista, Libby Day, es una "víctima profesional" (en palabras de la novelista Laura Wilson), una especie de buitre (muy dado a las metáforas, eso sí) que lleva casi un cuarto de siglo alimentándose de los cadáveres de sus hermanas y su madre. Y sin embargo se nos hace simpática, por su humanidad y por la soltura con la que admite lo que en otras personas se considerarían defectos. También Libby nos recuerda a los personajes un tanto confusos (interiormente, no literariamente, quiero decir) de Kate Atkinson. De hecho, no me extraña que esta autora le guste (llegué a Gillian Flynn por un elogio de Atkinson); podría ser perfectamente una de sus alumnas más aventajadas. Y Libby, con esa lengua tan afilada y sus sentencias y su falta de compasión (empezando por sí misma) parece un tanto "British".
Estamos ante un libro bastante realista (sin gente de esa tan inteligente que lo adivinan todo). Libby Day no busca la verdad, busca pasta. Michelle estará muerta, pero no por ello vamos a decir que fuera un encanto de niña. Patty Day no era una heroína y la paciencia de su hermana Diane tiene sus límites, como la de todo el mundo. Hay que destacar la estructura a dos tiempos; un recurso que a veces resulta pesado, porque uno se encuentra más cómodo en uno de ellos y lee rápido cuando llega el otro, pero aquí funciona sorprendentemente bien. Y es que Dark Places está bien escrito. De hecho, se trata de una prosa más rica de la que esperaríamos a priori de este género. Empieza con mucha fuerza, con esa frase tan contundente: "I have a meanness inside me, real as an organ" (en español pierde un poco, quizá por un exceso de "floritura", "Albergo la maldad en mi interior, tan real como un órgano más"). Luego, al final, decae un poquillo; pero es un libro interesante que vale la pena leer. Aunque se la ha comparado hasta la saciedad con la novela de Truman Capote sobre unos asesinatos reales en una granja, In Cold Blood, no sé yo si llegaría tan lejos; porque la de Capote me parece una gran novela más digna de llegar a ser un clásico. Pero Gillian Flynn apunta maneras (no era fácil de escribir esa escena tan violenta que, al estar protagonizada por niñas, la verdad es que impresiona bastante). Está por ver si se quedará aquí, con lo cómoda que está, o si será más ambiciosa.
Como anécdota, no entiendo el protagonismo que se le da en la edición española al club de marras (La llamada del Kill Club me parece un título nefasto), que no me parece tan macabro como lo venden. En realidad, en la novela empieza siendo algo clandestino y quizás más oscuro, pero acaba como una reunión de venta de "tupperware".
Comienzo en inglés aquí y en español aquí.
Esta novela está publicada en español por la editorial Viceversa.
6 comentarios:
En mi opinión, se trata de una brillante (ísima) novela. Exactamente, si tuviera que quedarme a un solo adjetivo, escogería brillante.
Aunque el comienzo de su lectura me resultó un ejercicio de voluntad. Hasta bien entrada la página 80 (por decirlo de algún modo) no empecé a sentirme a gusto con la novela. Con los personajes, me costó todavía más.
Quizá una de las características a destacar sea la baja calidad moral de los personajes principales, comenzando por Libby. Y en el contexto en que se mueve esta moza, esa sociedad americana, no es muy esperanzador, tampoco.
Pero conforme progresa el libro, conforme la autora te adentra en el mundo que rodea a Libby, conforme el libro va proporcionando nueva información, nuevos personajes, nuevos matices de los actores principales... el lector va sintiendo que se queda atrapado. Y ese fue mi caso, quedarme cada vez más adicto a la novela, según iba avanzando capítulos, hasta que al final mi leer era un puro devorar. Y eso, como elogia de una novela, es mucho.
¿Con un cierto aire a las 'novelas nórdicas tan de moda'? No sabría decirlo, puesto que apenas he leído alguna.
Truman Capote/In cool blood? ¡No he leido este libro! Queda apuntado para más adelante.
¿Estructura a dos tiempos? ¡De brillante ejecución!
No sé si yo diría brillante; pero sí inspirada.
A mí no me costó nada meterme de lleno en la novela, la verdad. Y es cierto: provoca adicción.
Quizá no lo he desarrollado lo suficiente (apenas en el título); pero es cierto que da una imagen de "ese gran país" que no veas. Nada que no sepamos, vaya.
Te recomiendo encarecidamente la novela de Capote.
Me han dado muchas ganas de leerla viendo vuestros comentarios, ¿es fácil en inglés, me la dejáis? Aunque me parece que no lo es, la primera frase me ha dejado a cuadros, no sabía que meanness era maldad, buf, y estaba flipando con el organ: "pero qué pinta un órgano en una primera frase, dónde está la iglesia?" Qué nivel :)
Os debemos un combinao, que no se me olvida. Estáis viendo la nueva de Mad Men, por cierto? Qué tal está? Sabéis que Al Swearengen sale en Los pilares de la tierra? La estrenaron la semana pasada en la cuatro, no la vimos, no nos enteramos, igual me la descargo
Pues yo te la paso y tú miras a ver. Tiene mucho vocabulario, eso sí. ¿Por qué no te lees el comienzo en inglés, que he puesto el enlace? Así te harás una idea.
Tú es que eres muy sorprendente, Caro. Eres capaz de seguir a Salman Rushdie (hablando, quiero decir, no por la calle) y después te despista un órgano. ;)
¡El bueno de Al!
¿Sguir a Rushdie? jajaja, pero si no me enteraba de na! Tienes razón que has colgado el primer capítulo, no lo había visto. Voy a ello, a flipar un poquitín y te cuento, pero antes, los deberes
Uf, no creo que pudiera seguirlo, pero...
I was not a lovable child, and I’d grown into a deeply unlovable adult. Draw a picture of my soul, and it’d be a scribble with fangs.
Guau! Esto promete. Voy a ver el capítulo traducido.
Jaims, tienes que leer A sangre fría!!!
Publicar un comentario