No hay nada como temerse lo peor: tras ver el tráiler de Inglorious Basterds llegué a la conclusión de que la última película de Tarantino daba mucho miedo; pero no por la violencia, sino porque pensaba que iba a ser un disparate de principio a finl. Y no sé si fue esa prevención, pero lo cierto es que la película me sorprendió gratamente. De hecho, me asombró su contención.
Está claro que Quentin Tarantino adora irse por las ramas, impactar al público, exhibir violencia y crear caricaturas más que personajes ("virtudes" que, de entrada, no suelo encontrar excesivamente atractivas en un director de cine). Pero Tarantino ha logrado crear una estética propia y sus gamberradas pueden llegar a estar francamente bien hechas. Nunca entiendo por qué me gustan sus películas (odio la violencia y no disfruto viéndola en el cine); pero lo cierto es que el hombre consigue hacernos pasar un buen rato y nos endilga una película bien larga que se nos pasa en un suspiro (y me reí bastante, para qué negarlo).
Al final estamos hablando de una película sólida, que no deja de ser un entretenimiento, pero que está bien hecha, con actores impecables (sobre todo Christoph Waltz, que está magnífico en su papel de cazador de judíos). Da pena cuando matan a personajes que daban mucho juego (y hasta aquí puedo leer). Tarantino consigue incluso aprovechar las escasas aptitudes interpretativas de Brad Pitt; por ejemplo, sabiendo que los acentos no son su fuerte, le hace hablar con un exageradísimo acento sureño que divide a los espectadores, que no saben si lo hace fatal o estupendamente. Yo diría que, como todo en esa historia, el acento es pura parodia.
Está claro que Quentin Tarantino adora irse por las ramas, impactar al público, exhibir violencia y crear caricaturas más que personajes ("virtudes" que, de entrada, no suelo encontrar excesivamente atractivas en un director de cine). Pero Tarantino ha logrado crear una estética propia y sus gamberradas pueden llegar a estar francamente bien hechas. Nunca entiendo por qué me gustan sus películas (odio la violencia y no disfruto viéndola en el cine); pero lo cierto es que el hombre consigue hacernos pasar un buen rato y nos endilga una película bien larga que se nos pasa en un suspiro (y me reí bastante, para qué negarlo).
Al final estamos hablando de una película sólida, que no deja de ser un entretenimiento, pero que está bien hecha, con actores impecables (sobre todo Christoph Waltz, que está magnífico en su papel de cazador de judíos). Da pena cuando matan a personajes que daban mucho juego (y hasta aquí puedo leer). Tarantino consigue incluso aprovechar las escasas aptitudes interpretativas de Brad Pitt; por ejemplo, sabiendo que los acentos no son su fuerte, le hace hablar con un exageradísimo acento sureño que divide a los espectadores, que no saben si lo hace fatal o estupendamente. Yo diría que, como todo en esa historia, el acento es pura parodia.
Tráiler de la peli aquí.
3 comentarios:
Pues la peli la verdad es que está entretenida; a la salida del cine ¡parecía mentira que hubiéramos estado allí tantísimo rato!
Estas películas de Tarantino hay que tomarlas por lo que son. Y aceptar que en parte estás haciendo un viaje a través de las paranoias de su director. Sabes que hay ciertas cosas que le han colgado siempre (violencia rayana en lo gore, cierto toque gore...), que son su influencia, y que te las vas a encontrar en todas sus pelis.
Con estas premisas, obtienes una peli que distrae y entretiene.
Por cierto, el acentazo del Brad a mi me pareció una parodia acertada.
Me parece a mi que los 'texanos que hablan masticando chicle' forman parte del elenco de motivos presentes en la iconografía Tarantiana.
NOTA!
donde dije 'cierto toque gore...' digo 'cierto toque retro'.
Sorry for the inconveniences :-)
Estás perdonado, Jaims ;)
Pero yo diría que Brad Pitt habla con acento de Tennessee...
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