jueves, 2 de abril de 2009

Dos sin tres

Me parece que ya no le voy a dar más oportunidades a Rachel Cusk. Con un par de novelas tengo bastante. Me leí en su momento The Temporary (1995) y, con la poca memoria que tengo, la verdad es que no la recuerdo demasiado; aunque lo cierto es que no había vuelto a leer nada de esta autora hasta ahora, lo cual es muy signifcativo. Si no seguí explorando su obra, con un currículum como el suyo y una novela publicada previamente (Saving Agnes, de 1993) que había ganado el Whitbread First Novel Award, pues es que no me interesó mucho.
Lo del currículum viene a que Cusk debutó como niña mimada de las letras británicas con todo un premio Whitbread (aunque fuera el de autora novel) y siguió con el Somerset Maugham Award por The Country Life (1997). 2003 fue su gran año; no solo publicó The Lucky Ones (nominada al Whitbread "de verdad"), sino que la revista Granta la incluyó en su famosa lista de los veinte mejores autores británicos de menos de 40 años. Una lista que, en mi humilde opinión, resulta un tanto decepcionante; pero, bueno, igual hay que darles más tiempo. Pero es que con la exepción de Hari Kunzru, a la mayoría de los demás les veo un poco perdidos (incluso a Zadie Smith, que tanto prometía). A pesar de ello, Cusk ha seguido labrándose una carrera llena de reconocimientos y su última novela estuvo entre las finalistas al Organge Prize for Fiction en 2007.
El caso es que no le veo yo el mérito. Acabo de leer
In the Fold (2005), más que nada porque llegaba el fin de semana y la encontré en inglés en la biblioteca, y me ha parecido de lo más insustancial. Cusk retoma la conocida y peculiar obsesión inglesa por las clases sociales que ha generado tantas páginas de buena literatura. Y no hace nada de provecho con ella. Es una historia en la que pasan pocas cosas y las pocas que pasan son un tanto incomprensibles. No está mal escrita (solo faltaría) pero tampoco destaca. Y tiene un gran problema: deja al lector indiferente. Ningún personaje (ni siquiera el protagonista, Michael) se gana el aprecio del lector. Tampoco nadie suscita nuestro odio. Nos quedamos muy lejos, viendo un espectáculo que no nos interesa, que no nos afecta, y eso es lo peor que le puede pasar a un lector ante un libro.

Lumen ha publicado en España la última novela de Rachel Cusk, Arlington Park (2006). Puede leerse el principio (en castellano) aquí.

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