domingo, 30 de mayo de 2010

La realidad que no existe

Ese crudo que cubre a Obama gracias a BP se queda en una mancha de aceite si se compara con las constantes fugas de petróleo que contaminan el agua que beben, el agua donde pescan, los campos que deben cultivar tantas familias en el delta del Níger, uno de los ecosistemas más ricos del mundo. De hecho, se pierde más petróleo en un año en el delta del Níger que todo el derramado en el Golfo de México por la pifia de BP.

Como cuenta hoy John Vidal en The Guardian, mientras el desastre (que lo es) del Golfo de México acapara titulares a diario, casi nadie presta atención a lo que ocurre en Nigeria desde hace décadas. Como bien dice Vidal, el triste panorama de destrucción en el delta del Níger nos ofrece una visión más precisa del precio que debemos pagar por apostar por el petróleo. Y eso no quiere verlo nadie. Por suerte es algo que sucede "lejos" (el Golfo de México tampoco es que esté aquí al lado, pero lo de la aldea global parece un concepto muy elástico) y, sobre todo, les pasa a pobres de solemnidad. Así que podemos hacer como que no existe y a otra cosa, mariposa.

Después de todo, no creo que Obama quiera ponerle el cascabel al gato (las petroleras arañan que da gusto); y esperar algo así del gobierno de Nigeria (socios de Shell) es totalmente impensable.

sábado, 15 de mayo de 2010

Días amargos

Suspenden a un juez de forma antidemocrática, por una "vendetta" (qué bajo hemos caído) y haciendo caso omiso de cualquier tipo de legislación internacional (que ya es ser retorcidos). Solo lo celebran los descendientes de quienes llenaron las cunetas de cadáveres. Los demás, nos quedamos con nuestra amargura.

La recesión (junto con los medicamentos que les endilga la industria farmacéutica, sin compasión) la van a pagar los pensionistas, no los bancos ni los especuladores que la causaron (a esos se les dan ayudas, como es lógico). Solo lo celebran la patronal, los constructores... Los demás nos quedamos pensando si no es curioso que a nadie se le haya ocurrido que lo lógico sería que aportasen más quienes más tienen (los de las sicav y compañía, vaya).

País.

domingo, 9 de mayo de 2010

Benditos viajes

El viajar es lo que tiene; te sirve mientras estás por ahí y también después. ¿Que no tienes memoria ninguna y alquilas una película que ya has visto y no te gustó? Pues no pasa nada; disfrutas recordando unas estupendas vacaciones en Hong Kong, que resulta lo único interesante de la peli en cuestión y que, por suerte, es tan protagonista como ese Jeremy Irons mal teñido y esa pobre Gong Li que no sabe qué hacer con su personaje (imagino que de ahí su cara de desconcierto). Por no hablar de Maggie Cheung y su extraño papel (está especializada la pobre en personajes que no entiende ni el guionista).
Creo adivinar lo que quería contar Wayne Wang (que ha tenido mejores momentos, aunque no es la primera vez que lo veo perdido al hombre) en Chinese Box (1997). Pero eso no quita que la historia esté mal explicada, los personajes mal desarrollados y que no consiga entender cómo se puede dirigir tan mal a Jeremy Irons (o eso, o el hombre estaba en crisis). Porque incluso a las más fanes nos pone de los nervios, con esas expresiones faciales (por llamarlas de alguna forma); un personaje que resulta tan patético (y sospecho que no era la intención). En fin, que actúa fatal. Creo recordar que en otros líos parecidos que se ha metido, como en M. Butterfly y Herida, salía bastante mejor parado.
A lo que iba, supongo que Wang pretende crear con estos personajes tan mal hilvanados una metáfora del momento de incertidumbre y vacío en Hong Kong en 1997, cuando pasó a formar parte de China tras tanto tiempo como colonia británica. Pero no lo consigue. Al no quedar claro el argumento, la historia no tiene ni pies ni cabeza. Pero eso sí, pude ver de nuevo los tranvías, The Peak, la bahía, los mercados, las calles, los templos, el metro, la noche de fin de año... Y con eso sí que disfruté.

Un tráiler que hace la visión de la película totalmente prescindible aquí.